En esta actividad se presentan diferentes deportes menos convencionales, como el ultimate frisbee, el datchball o el korfball, con el objetivo de despertar la curiosidad y la motivación de los más pequeños. Al trabajar con deportes alternativos, se desarrollan la coordinación, la cooperación y la creatividad. Además, se promueve la inclusión y el respeto a la diversidad a través de reglas menos rígidas y adaptaciones constantes.